Qué es la autoestima sexual

Autoestima sexual: Qué es y cómo mejorarla

La autoestima sexual se puede definir como aquellos aspectos que valoramos dentro de nosotros mismos que guardan relación con nuestra condición y vida sexual. Esto tiene que ver con la aceptación, las acciones, el comportamiento, el conocimiento, la comodidad y los valores que sentimos a nivel psicológico y físico, así como también todo aquello que en este sentido reciben nuestras parejas de nosotros, o aquellas personas con las que tenemos encuentros sexuales.

Esta definición también se relaciona mucho con el respeto que sentimos hacia nosotros mismos, las barreras y límites, los condicionamientos, pero sobre todo el despertar hacia una conciencia sexual plena, llena de libertad y de amor, sin que haya perjuicios ni daños hacia nosotros mismos o a otras personas.

La autoestima muchas veces se ve afectada por diversas situaciones o condiciones de apreciaciones, personalidad y encuentros ideológicos con otras personas. Esto tiene que ver con factores de inseguridad relacionada con el sexo, principalmente ante la inexperiencia o el encuentro con nuevas personas.

También influyen mucho los conceptos que tengamos de tradiciones, influencias familiares o amistosas, región, e inclusive ideales políticos. Las afectaciones se relacionan muchas veces con las negativas de cambio, de experimentar nuevas situaciones o conceptos ahora establecidos.

Los especialistas aseguran que los encuentros sexuales, aún en edad adulta y con mucha experiencia, pueden hacernos sentir un poco de inseguridad, sobre todo cuando hoy en día las sociedades han cambiado y muestran nuevos aspectos en este sentido. Las tendencias, las libertades, los géneros sexuales, los juegos, los gustos, e inclusive las nuevas prácticas pueden llevar a sentir incomodidad y en muchos casos inseguridad, lo que puede mermar el concepto que tengamos de autoestima.

Los enfoques relacionados con la autoestima, y por supuesto los aspectos psicológicos que pueden bajarla, son muy diversos y complejos, por lo que es necesario y fundamental, ante el caso de que existan conflictos psicológicos e ideológicos con respecto a este tema, buscar la asesoría psicológica profesional, sin que esto signifique que existe un conflicto serio que implique tratamientos psiquiátricos.

Algunas veces las nuevas tendencias en materia sexual, que podemos considerar como variantes, nuevas, y en algunos casos insólitas, pueden servir para mostrarnos las tendencias que tenemos y guardamos del pasado, como por ejemplo los detalles que nos rodean en un encuentro casual.

Estos se pueden mostrar en acciones como apagar la luz por algún descontento con la apariencia física, las limitaciones en los juegos sexuales, los términos considerados negativos para las filosofías religiosas, el deseo exacerbado, la autocomplacencia, entre miles de temas, que simplemente salen a la luz para mostrarnos en nuestro propio espejo esos aspectos que ahora tenemos la oportunidad de cambiar, o por lo menos conocer, aunque no los adoptemos, para tener una vida sexual mucho más plena y satisfactoria.

Hay muchas maneras de reconocer sí tenemos una autoestima sexual baja, pero la más importante y característica es el deseo y el rendimiento sexual.

Algunas veces creemos que se tratan de factores físicos o patologías que pudieran estar afectando, lo cual puede ser cierto, sin embargo, según los especialistas, muchas veces estas bajas de ánimo y rendimiento tienen que ver más con los pensamientos y los propios conceptos que tenemos de nosotros mismos.

El pesimismo, el estrés, el nerviosismo, las preocupaciones, el exceso de carga, y una extensa gama de factores, principalmente de origen psicológico, pueden ser detonantes para que procesos de autoestima baja se puedan manifestar.

Cómo mejorar la autoestima sexual

El primer paso es enfocarse en nuestra propia realidad. Reconocer si efectivamente existe una baja en los procesos sexuales, como el deseo y la capacidad de placer. Si estos presentan algún tipo de incomodidad o están ausentes, es un buen momento para acudir a un especialista, quienes tienen en sus manos las mejores herramientas para reconocer, detectar, y aplicar las mejores técnicas.

Entender que el hecho de pasar por algún momento de una baja sexual no implica que haya problemas de origen psicológico o físico, simplemente hay períodos donde por diversas razones la cotidianidad, el trabajo, el estrés, y las responsabilidades pueden bajar los niveles de deseo, e inclusive de un placer sexual completo. Algunas veces nos enfocamos de una manera obsesiva con el trabajo, con los estudios o las ocupaciones, y no nos damos cuenta de que este exceso puede mermar nuestra vida sexual.

El tercer paso es la aceptación de nosotros mismos. Con el tiempo el cuerpo humano cambia, así como también las condiciones físicas y psicológicas. La auto aceptación en este sentido juega un papel clave y primordial, que también resulta más eficaz cuando existe un asesoramiento por los especialistas, quienes pueden promover técnicas, prácticas e inclusive nuevos conocimientos para adaptarse a los cambios, que resultan ser muy funcionales.

La autoestima sexual es un concepto muy amplio, a la vez muy importante, por lo que no debemos escatimar esfuerzo y tiempo en mejorarla. El pesimismo, las preocupaciones, exceso de trabajo, entre otras cosas, pueden ser detonantes para que nuestros aspectos sexuales tengan consecuencias negativas, por lo que es fundamental entender que los cambios del mundo, y las formas nuevas de ver la vida de alguna manera, nos compete y nos arropa. Ir a la par con las nuevas ideas nos beneficia positivamente, sin que tengamos que aceptar conceptos a rajatabla.

Solo mirar desde una nueva perspectiva aquello que nos beneficia, sin que haya necesidad de un cambio drástico si no se requiere. Pero sí es crucial conocer lo que el mundo nos ofrece ahora y analizar si debemos hacer un cambio en nuestras vidas, o simplemente continuar con nuestras ideas, y conceptos y preceptos mejorándolos.

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