¿Qué es la empatía?

La empatía es la compenetración y capacidad que tiene una persona para comprender, analizar y estimular a los demás, entendiendo el motivo de sus acciones, forma de ser, comportamientos, ideas y pensamientos.

Se podría decir que la empatía es la competencia que tiene una persona de ponerse en el lugar de otra persona para ver, desde su punto de vista, como alguien percibe el mundo y el porqué de sus reacciones a este.

No hay que confundir empatía con juzgar. La persona que es empática no emite juicios, no condena, ni tampoco fustiga a los demás, solo busca enfocar los motivos que impulsan a los demás y desde ahí comprender su panorama.

Los aspectos empáticos son necesarios y ayudan a desarrollar un entendimiento del mundo y su realidad tal como se presenta. La persona empática puede llegar a comprender e inclusive a intuir cuando alguien podría accionar de alguna manera, cuáles serían sus pensamientos y las consecuencias de todo esto.

Es por esto que muchas organizaciones, empresas y todo aquel ente que necesite un guía, tiene en la persona empática un buen líder de grupo, supervisor o jefe.

Los líderes no solo pueden llegar a manejar eficientemente a un sector, sino que estos se sirven de él para escuchar recomendaciones, pautas a seguir, o como apoyo personal en muchas situaciones.

Sin embargo, es importante tampoco confundir el término empatía con compasión. En el caso de la compasión, se busca poner fin a una situación incómoda o una experiencia terrible, mientras que la empatía entiende que muchas personas necesitan pasar por experiencias fuertes y difíciles para aprender, para comprender el mundo y los diferentes aspectos, pero está al lado de la persona para escucharle, para servir de catarsis, de apoyo, pero no busca solucionar sus problemas por él.

Empatizar es hacerle ver a una persona que se comprende su mundo, pero le deja madurar por su propia experiencia evitando actuar por ella.

Características de las personas empáticas

Son sensibles, sin que este aspecto afecte su propia personalidad. Entienden los sentimientos ajenos y son comprensivos, sin caer en el terreno de la lástima o la compasión, para evitar involucrarse con los procesos de aprendizaje de la vida que muchas personas necesitan.

Pueden ser una base de apoyo moral. Esto significa que los empáticos saben escuchar y en muchos casos dar su opinión, pero solo para despertar en los demás la capacidad de análisis, de entendimiento e inclusive de punto de partida de una acción, pero no actúan por los demás para no interrumpir sus procesos de maduración personal.

Si hay un aspecto de los empáticos que puede influir en las demás personas, es que los empáticos ven la vida desde un punto de vista positivo, resaltando los valores afectivos, los sentimientos, la alegría y el optimismo, pero solo como un reflejo, por lo que no imponen ni buscan tener la razón.

Comprenden también los lenguajes semióticos, lo que no se dice con palabras sino con gestos, con señas, con miradas. Aprenden del lenguaje corporal y sobre todo entienden por qué una persona no puede decir, hablar o expresarse, bien sea por temor o vergüenza, pero no se valen de esto para manipular, sino para ayudar, para ser solidarios.

Sus opiniones tienen un cuidado especial. Los empáticos no buscan imponer, ni tampoco asegurar que lo que ellos piensan es la verdad absoluta. Está siempre en contacto con la investigación, con los diferentes puntos de vista, con la comprensión de todas las partes involucradas en un conflicto y entiende que todas las personas, hasta ellos mismos, se pueden equivocar.

No tienen clasificación de ninguna persona, por lo que entienden muy bien que nadie es completa y totalmente bueno o malo. Al no tener una etiqueta o una apreciación particular, tienen la capacidad de ver en los demás su lado bueno y se enfocan en ello.

La empatía en rasgos generales es una condición muy especial que da un aporte muy benéfico al mundo. Es de alguna manera una comprobación de los afectos de los seres humanos y de la vida y su capacidad de comprender, ayudar y ser solidarios con sus semejantes y es, de alguna manera, un ejemplo de cómo el mundo tiene aspectos positivos y alentadores que buscan como norte final hacer de este mundo un lugar mejor.