Tipos de emociones

Los tipos de emociones más comunes en los seres humanos

Según Enric Corbera, psicólogo especialista en los temas de las emociones, la emoción forma parte de un conjunto básico que permite al ser humano conocer y adaptarse al entorno social y familiar donde vive. Estas emociones se activan según los aspectos de la vida, los conflictos, alegrías, miedos y tristezas, que en algún momento específico encienden cada una de ellas.

¿Qué tipos de emociones expresamos los seres humanos?

Según algunos especialistas, los seres humanos tienen básicamente 6 tipos de emociones, que son la base que forman luego los sentimientos. Estos tipos de emociones son el miedo, la tristeza, la repulsión, la rabia, la alegría, y la sexta que funciona como un comodín, y que hace que algunas veces alguna de las cinco emociones anteriores se disparen, esta se llama, la sorpresa.

  • El miedo puede generar traumas.
  • La tristeza lleva a la depresión.
  • La repulsión genera rechazo.
  • La rabia es la base fundamental del odio.
  • La alegría la felicidad.
  • La sorpresa es el comodín que en ocasiones activa alguna de las otras cinco.

Cualquiera de estos tipos de emociones se puede generar por muchas razones, que en un gran número se activan a través de un elemento fortuito, un acontecimiento en muchos casos inmediato y sorpresivo.

Otros especialistas conocedores de la materia, también definen a las emociones como aquellos aspectos psicológicos que se desarrollan por medio de la personalidad, la experiencia diaria y consciente y la expresión. Estas emociones se dividen en tres bloques importantes y que son el motor que las produce.

El sistema límbico, que se compone de las redes neuronales que están en el cerebro, son la base fundamental para entender el comportamiento humano, ya que ellas tienen una relación directa con el estado de ánimo. Las emociones se proyectan hacia 3 grandes aspectos importantes como lo son los aspectos cognitivos, los fisiológicos y los conductuales.

Los fisiológicos son la forma de reacción ante un estímulo emocional, y responden a un sistema involuntario, como el caso de la respiración agitada, temblores en el cuerpo, taquicardias, etc, y cambios hormonales ante un hecho emocional sorpresivo o crucial.

Los cognitivos se relacionan con una información donde entran en juego los aspectos inconscientes y conscientes, y se relacionan con una experiencia subjetiva.

Los contractuales, aunque tienen una pequeña semejanza con los fisiológicos, ya que involucran movimientos del cuerpo, gestos y actitudes y también guardan una estrecha relación con el comportamiento y las reacciones.

Si bien la descarga emocional y la expresión tienden a ser normales cuando se expresan, hay algunas que merecen toda la atención posible. El desborde de cualquier tipo de emoción exacerbada puede resultar perjudicial.

Los especialistas recomiendan que las emociones no se deben negar ni ocultar, muy por el contrario si se trata de emociones consideradas negativas, es importante buscar ayuda para que estas puedan drenarse de forma eficiente.

Muchos atribuyen a que los procesos de autocensura, bien sea por la familia, los amigos, el colegio, entre otros muchos factores, pueden contribuir a que las emociones negativas se repriman y no se expresan eficientemente. Ante este escenario es fundamental la ayuda con un profesional, ya que el descontrol puede desencadenar un conflicto serio, y lo que es peor, una emoción negativa que no se expresa puede resultar en un trauma. El término expresar, en este sentido se refiere a dialogar con alguien, a desahogarse o a expresar lo que se pueda sentir bien sea con los padres, amigos o profesionales de la salud.

Otros, que también tienen conflictos serios, pueden terminar con rutinas que afectan no solamente la salud mental sino a la física, como el caso de drogas, alcohol, o cualquier tipo de adicción.

Las emociones, sean buenas o malas, repercuten directamente en todo el organismo, y este a su vez emprende una batalla para mantener en resguardo y en seguridad todo aquello que amenace. Enfrentarse a una emoción debe tener un equilibrio y un balance, por lo que no debe ser motivo de vergüenza expresar una emoción, sea del tipo que sea, pero ser consciente de aquellas que puedan perjudicarnos o perjudicar a otros.

Si hay una tendencia al descontrol, esta debe ser tratada por profesionales de la salud mental, quiénes son los más indicados para sugerir no solamente cómo drenar estas emociones, sino también como aplicar tratamientos efectivos para que estas no afecten la salud mental, y contribuyan al sano desarrollo de la vida y el bienestar físico y mental, que tanto necesitan muchas personas en el mundo.

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